Hace unos días leí una frase que decía que las mujeres que son madre y padre a la vez se merecen lo mejor. "Ya lo tenemos", fue lo primero que se me ocurrió, pensando en mi hija.
Desde entonces he pensado en esa expresión: "madre y padre a la vez". Y creo que cuando la decimos no sabemos realmente lo que implican esas palabras.
Cuando una mujer es madre y padre a la vez significa que está sola. Y no es fácil esta tarea.
Quiero aclarar que hablo de mujeres porque normalmente son mas las mujeres que se hacen cargo de sus hijos tras una separación asumiendo totalmente unas responsabilidades que son cosa de dos. También hay muchas mujeres valientes que decidieron tener hijos sin tener pareja. Incluso cuando una mujer enviuda es mas probable que se haga cargo completamente de la crianza de sus hijos que un hombre, el cual probablemente ( y no se por qué a no ser que se trate de un bebé lactante) necesitaría mas ayuda externa.
Por eso hablo de mujeres. Conozco a mas mujeres viviendo solas con sus hijos o hijas que a hombres.
Voy a hablar de mujeres separadas porque también esta es la causa mas frecuente de mujeres que vivan solas con sus hijos.
Como en todo, hay muchos niveles de estar sola con los hijos. En el mejor de los casos puedes tener una buena relación con tu expareja, puedes tratar temas tanto emocionales como practicos con el, tienes una buena red de apoyo social, amigos que te quieren, familia que te apoya y estabilidad económica.
En realidad esto es poco frecuente. Casi siempre suele haber carencias en uno o varios de estos aspectos, hasta llegar al peor de los casos, mujeres que se encuentran totalmente solas, bien por abandono de sus exparejas o por haber muy mala relación entre ellos, que carecen de estabilidad económica y no reciben tampoco ayuda por parte del padre de l@s niñ@s, que no tienen familia o amig@s en los que apoyarse...
Como en todas las cosas personales, cada caso es un mundo. Conozco pocos casos de parejas separadas en las que el padre esté totalmente presente ( todo lo que se puede sin vivir juntos) en la vida de sus hij@s. Y aún en esos casos la mujer se siente madre y padre en muchas ocasiones.
El trabajo de casa, que antes era mas o menos repartido ( según casos) ahora es de una persona. Ya no hay en quien delegar ( anda, cari, ve tu ahora) y si te encuentras mal o tienes un mal dia tienes que seguir al pie del cañón, porque l@s niñ@s siguen su ritmo frenético. Y como no podemos ( todavía) estar en dos sitios a la vez, se nos quema la comida porque en ese momento surgió algo mas importante...
Días larguiiiiisimos. Uno después de otro. Trabajo hecho que se deshace por arte de magia en un momento.
Al igual que agota físicamente, ser madre y padre a la vez también lo hace emocionalmente. Cuando los padres se separan, los hijos, al igual que los progenitores, pasan por una etapa de duelo. Depende del niño o la niña, lo manifiestan de muy diferentes maneras. En casa, la que tiene que enfrentarse a esto es la madre. Además de manejar su propio duelo tiene que manejar el de sus hijos y enseñarles a manejarlo por ellos mismos, a menudo sin ninguna información acerca de lo que está pasando.
A la hora de imponer disciplina, de resolver conflictos, de pasar malas noches cuando están enfermos, de acudir a las pesadillas, de responder preguntas sin respuesta...solo hay una persona adulta.
No voy a entrar en si además tienes que mantener económicamente tu sola todo el tinglado y en lo necesario que es tener buenos amigos que te digan todo el rato lo fantástica que eres y una familia que te apoye en todo, porque no quiero extenderme mas.
Realmente este es un terreno muy bien abonado para que aparezca una depresión. Y creo que si muchas mujeres no caen en ella ( además de por que no tienen tiempo) es porque también tienen la mejor recompensa: la risa de sus hijos a diario.
Tenemos un gran corazón de guerreras, como madres sabemos que estaremos a todo lo que demos hasta el final. En nuestro viaje pasaremos por lugares muy inhóspitos que nos harán mas fuertes y también por verdaderos paraísos que nos conectarán de nuevo con la vida. Al final del dia la satisfacción de que, por hoy, hemos ganado la batalla.
Un abrazo, sobre todo a todas las mujeres con corazón de guerreras.
Ana.
"La mujer que sigue a la multitud, no llegará mas allá de la multitud. La mujer que camina por si sola es probable que se encuentre lugares en donde no ha estado nadie".
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