Un día, siendo yo niña, vino una tita a visitarnos. Durante la conversación le contó a mi madre que últimamente cuando lo veía todo revuelto en casa y pensaba en todo lo que tenía que hacer, se ponía tan nerviosa que no sabía ni por donde empezar, y que al final raras veces conseguía hacer apenas lo esencial.
Lo que ve la suegra, se dice en mi pueblo.
Preocupada, se lo había comentado a su médico de cabecera, que debía ser un hombre sabio, porque le aconsejó que cuando le pasara esto, se sentara en una silla e intentara no pensar, por lo menos en todo eso.
Y le daba resultado!
A veces nuestra mente piensa tanto que puedes notar como bulle. Cuando estás intentando resolver un problema, por ejemplo.
Lo piensas desde todas las perspectivas, puntos de vista, pides consejo, le das mas vueltas según lo que te hayan aconsejado...
Sólo estás tratando con ese problema desde una parte de tu mente. Es tu parte racional la que lo analiza, descompone y divide. La que se dedica al lenguaje. Seguramente acabarás peor que antes, y notando como si saliera humo de tu cabeza.
Hay que hacer como mi tía, y sentarse a no pensar en nada, o por lo menos, a pensar en otra cosa.
Cuando haces esto lo que estas haciendo en realidad es meditar. Cuando lo haces diariamente durante al menos media hora pronto notas los efectos. En muy poco tiempo la mente y el cuerpo te piden ese rato de CALMA.
Es curioso que cuanto mas apaciguada tenemos la mente, mas fácilmente resolvemos todas las situaciones de la vida cotidiana. Solo hay un requisito indispensable para ello: sentarse pacientemente, algo que hoy para muchas personas es un lujo. Puede que no encuentres el momento, o que te parezca que puedes emplear mejor el tiempo haciendo otra cosa.
Pero si tienes un poco de paciencia, y perseveras (como me gusta esta palabra) pronto vas a ver que el tiempo dedicado a la meditación es un tiempo invertido en una larga lista de beneficios, por citar unos pocos:
- Reducción de estrés y ansiedad.
- Mayor claridad mental.
- Mejoría de la capacidad de autocontrol.
- Disminución de los pensamientos "obsesivos".
- Aumento del propio conocimiento.
Podría enumerar muchos mas, y la investigación científica acerca de los cambios que conlleva la meditación en nosotr@s casi acaba de empezar. Yo te animo a que lo compruebes por ti mism@, no hace falta mucho, sólo ganas de aprender y constancia ...
Este precioso cuento trata sobre ello.
También os dejo este enlace. Es un interesantísimo programa de Redes, en el que se habla de la importancia de introducir la práctica de la meditación en la escuela.
http://www.youtube.com/watch? feature=player_detailpage&v=Y2RiCJbNRo4#t=1358
Besicos!,
Ana.
Comentarios
Publicar un comentario