En Psicología Positiva decimos que el camino que recorremos muchas veces solo se hace visible cuando miramos hacia atrás, y que por eso hay que confiar en el instinto, que algunas veces sabe conducirnos mejor que la parlanchina mente racional.
Me desligué de la Psicología justo después de acabar la carrera. Ninguna de las posibles salidas a las que podía optar me convencían para dedicarme profesionalmente a ello, tenía la necesidad de probar otros caminos y de hacer cosas completamente diferentes después de tantos años de estudio. Creía no haber aprendido nada sobre el ser humano. La carrera no me había dado las respuestas que buscaba y pensé que había perdido la vocación, así que confié en mi instinto y decidí darme un tiempo.
Unos años durante los cuales viajé, tuve pareja, tuve muchos y variados trabajos, lo pasé muy bien y muy mal, fui madre....en definitiva, adquirí experiencias y APRENDÍ.
Así que ya estaba preparada...
La que me mostró el camino fue mi hija. Por ella, y por su educación, empecé a interesarme por la Inteligencia Emocional. De ahí a que cayeran en mis manos los primeros artículos sobre Psicología Positiva y en mis oídos algunas conferencias de Coaching no pasó mucho tiempo. Cuanto mas investigaba, mas me interesaba y como soy una persona optimista por naturaleza me contagié enseguida con esto que para mi ya es mi manera de vivir.
Paralelamente a todo esto una amiga me propuso un bonito proyecto: la creación de una Escuela de Madres y Padres en el pueblo donde vivo. Un proyecto mimado que ya lleva dos años funcionando y que cada vez coge mas fuerza.
Recuerdo aquella época como un caos: reuniones, la niña, el cole, la casa, la pareja, el otro trabajo (el que nos da de comer), las horas de estudio robadas al tiempo libre, mas reuniones...
Ahora solo lo veo como un camino de aprendizaje que me ha llevado hasta aquí. Veo que durante mi vida he estado recorriendo un camino que me ha llevado hasta una puerta, y la Psicología Positiva y el Coaching me han dado la llave para abrir esa puerta. Al otro lado, mas camino y mas puertas. Es la vida. Lo que pasa es que sólo lo ves cuando miras hacia atrás.
Había descubierto algo que le daría un giro mas a mi vida. "No puedo guardarme esto para mi", pensé, y me vi en la necesidad de compartir lo que había aprendido, así que estuve dando charlas en algunas asociaciones de mi zona. Para mi ha sido todo un descubrimiento, una gran vocación que no sabia que tenía, compartir con un grupo de personas algo en lo que realmente creo. Lo mejor viene después de la charla, en las conversaciones que entablo con las personas que quieren compartir conmigo sus impresiones, sus sentimientos y sus emociones. Es ahí donde encontré el sentido a todo lo hecho hasta ese momento, como si todo cuadrara de pronto. En esos momentos el tiempo se para y solo siento alegría, tranquilidad y plenitud. En Psicología Positiva a ese estado le lamamos "Fluir". En este estado nuestras capacidades se desarrollan libremente y hasta los obstáculos son perfectos, ya que en ellos encontramos las mejores lecciones.
Creo firmemente que una de las cosas que mas bienestar subjetivo nos puede ofrecer en la vida es dedicar nuestro tiempo a algo en lo que podamos desarrollar nuestras capacidades y nuestras fortalezas, y ganarse la vida con eso. En otras palabras, son dichosas las personas que descubren cual es su vocación, y pueden dedicarse a ello. Y desgraciadamente, esto no nos lo enseñan en la mayoría de las escuelas.
En la Psicología Positiva y en el Coaching yo he encontrado un sitio por donde sacar la necesidad interna que tengo de transformación continua, de cambiar el mundo y a los que me rodean, de romper barreras y desmontar miedos y de mostrar las infinitas posibilidades que ofrece la vida.
Ahora ya no veo el camino tan borroso como antes, no es que ahora sepa donde me conduce. Es que YO doy los pasos y SE donde quiero llegar.
A veces la vida se hace confusa y oscura, nos parece que hemos "perdido el camino" y tendemos a pedir consejos a otras personas porque nos agobia "no ver la luz al final del túnel". Esto es una cosa muy delicada: ¿a quien pedirle consejo?¿Quien tiene esa "sabiduría" que se supone que nos falta?. Dar consejo es mas delicado aún por varios motivos. Las ideas mas racionales muchas veces salen mal, mientras que las mas absurdas pueden llegar a buen término. Ademas tendemos a aconsejar según "nosotr@s haríamos", el típico:"yo que tu haría....", olvidando que no somos la otra persona. No caemos en la cuenta de que los periodos confusos, oscuros o tristes no son malos en si mismos si sabemos gestionarlos bien.
En Psicologia Positiva y Coaching partimos de la base de que cada persona tiene en su interior los recursos y fortalezas necesarios para resolver casi cualquier problema, y de que los recursos y fortalezas que se tienen en menor medida se pueden fomentar. No estamos hablando de ninguna "receta mágica" para la felicidad, como hay quien nos critica. Cada persona puede decidir el camino que quiere tomar, y el de la queja continua y la infelicidad es un camino demasiado aprendido y repetido, pero es un camino mas. No es magia, para desaprender esos caminos hace falta trabajo, esfuerzo e ilusión.
Y es un trabajo al que me hace mucha ilusión dedicarle mi esfuerzo.
Un abrazo.
Ana.
Comentarios
Publicar un comentario